jueves, 17 de mayo de 2012

17 de Mayo: Día Mundial de la Hipertensión

La hipertensión es el término utilizado para definir la presión sanguínea o tensión arterial alta. Para que todos lo entendamos mejor, cuando tu corazón late, bombea sangre hacia las arterias que responden tensionándose. Esta tensión consigue que la sangre circule por todo el cuerpo.

Al tomarnos la tensión obtenemos dos cifras. La primera se refiere a la presión sistólica, la presión que se produce en las arterias cuando late el corazón, y la segunda es la presión diastólica, la cual se obtiene cuando el corazón descansa entre latidos.

El índice considerado como normal en los adultos es de 140/90. Si la presión sobrepasa este nivel se produce la hipertensión arterial o HTA.

La hipertensión arterial constituye una de las afecciones crónicas más prevalentes, estimándose que el 45,1% de la población española de entre 35 y 64 años es hipertensa lo que significa que en nuestro país cerca de 6 millones de individuos tendrían unas elevadas cifras de tensión arterial.

Algunos factores de riesgo de esta enfermedad son el sedentarismo, el hábito de fumar, el sobrepeso, la elevada ingesta de cafeína o estimulantes y alcohol.

Como medidas generales de la prevención de la hipertensión arterial y en general para todas las enfermedades cardiovasculares es el ejercicio físico acorde a las características de cada individuo y especialmente una alimentación adecuada.

En este post, queremos mostraros algunas recomendaciones dietéticas para la prevención de la hipertensión. En las carnes, como en otros alimentos, la relación entre el contenido de ácidos grasos insaturados y saturados constituye un índice de calidad de la grasa presente en la carne, y a su vez, la recomendación de su inclusión en la dieta habitual. Cuanto mayor es el índice y, por tanto, mayor es la presencia de ácidos grasos insaturados, este tipo de carne es más "saludable" desde el punto de vista de prevención de enfermedades cardiovasculares.

En este sentido, ciertas carnes como la carne de conejo que tiene un bajo contenido en sodio y ácidos grasos saturados además de constituir un alimento de alto valor nutritivo por la calidad de sus proteínas y aportar otros nutrientes fundamentales, contribuye a reducir la ingesta de ácidos grasos saturados y sodio.

Por último, destacar que el sodio y el potasio son dos minerales necesarios para controlar la presión sanguínea y mantener el ritmo cardiaco. Pero un exceso de sodio rompería este equilibrio y provocaría enfermedades como la hipertensión.

La ingesta de alimentos ricos en potasio contrarresta los niveles de sodio y restaura el equilibrio. Se recomienda ingerir 5 veces más potasio que sodio para evitar enfermedades cardiovasculares. En la actualidad, la ingesta de sodio suele ser el doble que la de potasio en una dieta habitual.

La carne de conejo es una carne con muy bajo contenido en sodio. Las preparaciones culinarias típicas de la carne de conejo suelen llevar hierbas aromáticas, necesitando así, incorporar poca cantidad de sal en su preparación. Además la carne de conejo es fuente de potasio, mineral que ejerce un efecto beneficioso sobre la hipertensión.

En la página web www.carnedeconejoysalud.es encontraréis la Guía Científica y Gastronómica de la Carne de Conejo donde tenéis más información de la carne de conejo como unas de las estrategias dieteticas de prevención y control de la Hipertensión.

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